Eva Lootz

A-nudando Del 06 de marzo al 18 de abril de 2014

Nota de prensa y C.V.

 

A-nudando continúa explorando el tema de los nudos, tratado por primera vez en la exposición de la artista que tuvo lugar en 2012 en el Círculo de BBAA de Madrid. Reúne memorias antropológicas ancestrales en gran medida desconocidas, un juego infantil en trance de desaparición, la teoría de los nudos de la matemática avanzada e incide también, a través de la enseñanza lacaniana, en la teoría psicoanalítica.

En este caso se presentarán una serie de dibujos de gran tamaño no mostrados anteriormente, la pieza escultórica Mostrar – Nombrar, así como la posibilidad de asistir a un curso con la artista en el que los participantes tendrán la ocasión de aprender algunas de las complejas figuras de cordel, tal y como fueron - y en parte son - practicadas por comunidades nativas del continente americano, como Navahos, Apaches, Jicarilla, Osage, pero también en las Islas del Indico y del Pacífico, el continente asiático y africano. Al decir de los Navahos, el fin de esta práctica es “mantener en orden a nuestra mente y así mantener en orden a nuestra vida”, o simplemente el disfrute que proporciona el juego.

Estas figuras, que en su origen estuvieron al parecer relacionadas con relatos cosmogónicos de los que apenas quedan restos - en forma de los nombres de ciertas figuras - , la puerta apache, la escalera de Jacob, dos estrellas, el relámpago, los rivales, el gato y el ratón, etc., fueron trasmitidos por vía oral de generación en generación y recopilados por antropólogos americanos a principios del siglo XX. Consisten en un ejercicio extraordinariamente eficaz de la mente, ya que involucran sobre todo a las manos y a la memoria. (Con lo cual pueden no solo ser un pasatiempo divertido y relajante para el ciudadano estresado de hoy, sino también servir para la prevención contra enfermedades degenerativas de la mente como el Alzheimer…).

En cuanto a la relación de los nudos con el psicoanálisis la artista apunta:

“A la hora de formalizar lo irreductible de la experiencia psicoanalítica Lacan encuentra en el escudo de la familia Borromeo una figura que adoptará y hará suya para significar el entrelazamiento de tres registros de la experiencia (que llamará lo Real, lo Simbólico y lo Imaginario): el famoso nudo borromeo que consiste en tres círculos entrelazados de tal forma que si uno de ellos se corta todo el conjunto se deshace. Hace hincapié en esta figura especialmente a partir de los años 70 y alude con ello a que los 3 registros de la experiencia se hallan anudados entre sí sin que ninguno prevalezca. Lo que a mí me ha interesado especialmente es que el nudo borromeo – y los nudos en general – desafían el modo común de la representación, desafían incluso la geometría euclidiana, - allí estaría la conexión con las matemáticas avanzadas – y, desde tiempos inmemoriales, implican el cuerpo. La prueba está en que dibujando nudos uno se equivoca siempre, hay que corregir todo el rato; hacer dibujos de nudos es por tanto desafiar la racionalidad al uso, adentrarse en el campo de la paradoja, dar pasos hacia otra dimensión.”

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