Ignasi Duarte
Nota de prensa y C.V.
Ignasi Duarte y Suso de Toro. Junio 2017.
Marc Caellas pregunta acerca del proyecto “Conversaciones ficticias” (CF) y yo, Ignasi Duarte, respondo. (*)
¿Cuál es tu punto de partida a la hora de empezar la creación de una pieza escénica?
No sé cuál es el punto de partida que nos lleva a hacer nada. Pero en todo caso, me estimulan los proyectos en los que me siento perdido y no sé cómo voy a hacer para sobrevivir a ellos. La sensación de pérdida, la imposibilidad general, la precariedad como estímulo para la imaginación: los límites, en definitiva, como único y mejor punto de partida para iniciar el descenso.
¿Te sientes cómodo con la etiqueta Conferencia performativa? ¿Cómo la definirías?
La propuesta que presento no es una conferencia, sino una falsa conversación. Parece que dos individuos dialogan en escena, pero son meros intérpretes al servicio de una sola regla de juego que los lleva a asumir roles bien distintos. El primero dirige la conversación formulando únicamente preguntas que escribió el otro a personajes de sus libros. El segundo se limita a responder. Un artificio que imita algo cursi: hablar, dialogar.
Podría definirse como una Situación Irregular. Más que nada porque me gusta el título del poemario de Lihn y lo tengo justo ahora entre las manos y podría ser, quizás, también, que sintiera predilección por los nombres en apariencia chinos. Un “chino”, en Argentina, adjetiva una situación que resulta engorrosa, confusa, enredada... Y me siento cómodo ideando falsas situaciones en las que no me gustaría encontrarme.
En tu pieza hay una voluntad de narrar, de contar cosas, en ese sentido, ¿cuáles serían tus referentes o influencias?
Siempre compadecí a los escritores cuando, tan a menudo, deben responder a esta pregunta. Siempre pensé que los periodistas prefieren preguntarles por otros en vez de interesarse por ellos, por su obra. Sería como encontrarte, pienso, a un amigo por la calle y preguntarle: “¿Cómo están tus padres?”. Normalmente, los escritores, después de responder resignados a esa cuestión se topan con otra igualmente tediosa acerca de sus personajes. Volviendo al ejemplo del amigo encontrado al azar, cuando no bien termina de hablar de su madre, y en una demostración absoluta de amistad, le soltamos: “¿Y tus hijos? ¿Cómo están tus hijos?”.
Yo vivo bajo la influencia tiránica de mis prejuicios: no quiero hacer nada que pueda parecerse a algo ideado por mí. Intento conjeturar anti-ideas contra mí mismo.
(*)
Texto para la presentación del proyecto CF en el marco del ciclo No todo va a ser hablar, coordinado por Marc Caellas, en CaixaForum Barcelona y Zaragoza.
http://www.conversationsfictives.com/